SPOILERS
Disfruté mucho del pov de Steris. Es re interesante ver cómo piensa y actúa una persona con TDAH (ADHD en inglés), y conociendo a Sanderson probablemente investigó bien el tema para poder retratarlo de manera precisa y responsable.
Tambien me gusto el pov de Marasi, desde el comentario que hizo en laboratorio de Wax sobre las cosas que no conocía sabia para donde iba a encarar el arco, pero de igual manera lograron terminarlo de forma que se siente correcto para el personaje, al mismo tiempo que nos mostraron a ella interactuar con la organización, lo cual estuvo genial. Fue muy divertido verla interactuar con Kelsier, al igual que ver a la chica de Emperors Soul, una chica de Elantris y un tipo de un mundo que todavía no conocemos.
También fue así el énfasis (y giro?) que le dieron a la hija del hombre que mató Wayne. El hecho de mostrar que las visitas personales de Wayne le dolían a la chica fue muy copado. No era algo que había considerado en los libros anteriores y me dejó pensando. Estuvo muy bueno en el final cuando muestran su pov y entendemos de lo mucho que le servía la plata que le daba Wayne, y después se entera que era su heredera.
Igual estuvo muy bueno el POV de Wayne también. Siempre es entretenido ver el mundo por los ojos de alguien como Wayne. Mención honorable al capítulo de con él y su madre.
Me pareció interesantísimo como Harmony no tenía sombra al final, la cual suele representar Ruin, dando a entender que capaz el que habla con Kelsier al final no era Harmony, sino Ruin, y por eso puede mentirle (además, Sazed solia decir mucho “I believe”, algo que apenas si hace en este libro, dando a entender que está dejando de ser Sazed). Tiene sentido que esto pase, ya que sabemos (o al menos nerds del Cosmere como yo) que los recipientes de las shards eventualmente se terminan perdiendo ante la intención de estas. Y dado que la parte de Ruin es más fuerte que Preservation, por que esta última había usado una parte de sí para crear a los humanos en Scadrial, entonces cierra que un recipiente que contenga ambas termine siendo afectado por la más fuerte.
Me pareció copado ver como Kelsier no parece ser tan despiadado como sus agentes en Roshar. Capaz tenga que ver con que en Roshar tienen un rol más antagonista en la historia, pero me gustaría explorar un poco las relaciones dentro de los ghostbloods.para ver si hay conflicto interno. También estuvo piola ver que la motivación primordial de Kelsier y los ghostbloods (al menos en papel) es defender a Scadrial a toda costa. Lo que más quiero ver es una historia con Kelsier como antagonista, pero no estoy seguro de si tendremos algo por el estilo, al menos no en Mistborn.
También me gustaron los paralelos entre Kelsier y Wax en la pelea del edificio ese. Wax causó tanta destrucción que parecía que lo estábamos viendo a Kelsier. No sé si fue intencional pero estuvo bueno.
Las escenas en las que aparecía Marsh fueron excelentes. La presencia que transmitía en la página era inigualable, y el hecho de que era todo un acto lo hizo todavía más interesante como personaje. Me pregunto si aparecerá en la era 3 también.
Una “cagada” fue que esperaba más interacción con los malwish y ver su continente. Supongo que será otra cosa a explorar en la era 3.
Igual esta bueno como el libro setea los conflictos a futuro para que la era 3 sea onda un spy thriller tipo guerra fría. Me interesa ver cómo va a resultar eso.
También estuvo copado ver tantas referencias al cosmere. En particular el conflicto con Autonomía creo que es un buen primer approach de conflictos interplanetarios, no creo que el tema de los ghostbloods haya aportado mucho a la historia, solo al arco de Marasi, por lo que se vio medio desconectado en cierto sentido de la trama.
No-Wax y no-Wayne fueron medio meh. Aunque tiene sentido dado el contexto de Autonomía, pero medio cringe.
Me dio mucha gracia el gag de Wayne invirtiendo en pelotudeces y haciendo mucha plata.
Me gusto en el final como lo que explica Wayne de ver todo medio borroso era “físicamente correcto” al moverse casi tan rápido como la velocidad de la luz. Son el tipo de detalles que me encantan de estos libros, y que muestran lo mucho que Sanderson investiga antes de escribirlos. Además, como es consistente en cómo este tipo de cosas funcionan invita al lector a pensar e intentar descifrar cosas de los sistemas de magia antes de que el autor lo canonice por escrito, lo cual hace la experiencia de leer sus libros y discutirlos muchísimo más profunda.
Incluso con todo lo mencionado de los personajes siento que mi interés por ellos se vio reducido a medida que pasaba el libro. Por ejemplo, el arco de Wax de poder ser político, padre y vigilante al mismo tiempo fue más una “idea” que un arco propiamente dicho, con los lazos emocionales que este acarrea. Lo mismo podría decir de Marasi y su relación con los ghostbloods. No se cuanto de esto surja de que los personajes no tuvieran mucho que “aportar” a estas ideas tenga que ver con el hecho de que la era surgió de lo que en un principio fue un libro standalone, por lo que puede que haya ciertas cosas que el autor tuvo que jugar en el momento y no pudo inyectar las ideas de forma tan profunda en libros anteriores como una saga planeada de antemano lo hubiera hecho.
Algo que no me copo mucho es que, como es el último libro de esta era, puedes matar casi cualquier personaje sin tener muchas consecuencias narrativas. Habiendo dicho eso, me pareció indicado que si alguien tenía que morir de forma heroica fuera Wayne, y no Wax. Su final además tuvo un muy buen foreshadowing a lo largo del libro y se sintió natural para cerrar su arco.
Capaz que no me sentí tan conectado emocionalmente con el libro porque sabía que iba a estar todo bien. Puede que le hayan faltado más escenas en las cuales los personajes se vean en desventaja antes de ganar, lo cual creo se suele llamar “character lowest point” o algo así. Capaz esto era más predominante en la primera era por que la atmósfera en si era mas “bleach”, por lo que dejaba a uno más predispuesto para experimentar ese tipo de situaciones. Pero creo que se puede lograr un momento emocionalmente similar sin necesidad de tener un mundo grim-dark como en el primer libro (basta con mirar Stormlight nomas).
Puede también que tenga que ver con que, como los stakes eran tan grandes como el de hacer explotar una bomba nuclear básicamente, estamos bastante seguros de que eso no va a pasar (o al menos yo no me lo creí ni por un momento), en comparación cuando solo corre en riesgo la vida del protagonista o sus seres queridos. Creo que es algo a tener en cuenta al escribir este tipo de historias, aún más siendo que las películas de Marvel pecaron de esto tantas veces ya. Stakes tan grandes en un mundo/universo que sabes que continua pasando este libro suelen ser menos creíbles. Supongo que uno puede tildarlo como “meta-conocimiento” fuera de la historia, pero es la realidad en la que me veo parado.
Espero que Sanderson haga algún golpe bajo zarpado en este sentido para volver a comprarse el “suspension of disbelief” del lector, sobre todo si la escala de los conflictos en futuros libros de su sagas van a ser de esta o mayor magnitud.
En definitiva, aunque disfrutable como todo libro de Mistborn creo que es el más flojito de esta era, y me animaría decir que de la primera también. De a momentos un buen inicio para que los próximos libros del Cosmere sean más interconectados, sin necesidad de apoyarse meramente en situaciones tipo “mira es X de Y libro” para disfrutarse, pero que no tuvo el impacto emocional que hubiera esperado del final de una (sub) saga dados la magnitud de lo que está en juego en conjunto con la naturaleza interconectada del Cosmere. De igual manera, se disfruta el momento a momento, al igual que las discusiones post-libro sobre las implicaciones de lo que se encuentra en este para el Cosmere en general (marca registrada de Brando Sando).