Un cierre perfecto para una de las mejores series de los últimos años.
Escribir precuelas no es fácil. Tenes que jugar con las preconcepciones del espectador al mismo tiempo que escribir alrededor del espectador ya sabiendo un poco sobre el final de la historia. No es que sepamos el final de Saul de antemano, pero si sabemos que Kim ni aparece en Breaking Bad, por lo cual su ausencia nos lleva es un punto clave en la serie, y como veremos en Saul como personaje.
Y los escritores supieron hacer un excelente trabajo en ese punto, sobre todo en la segunda mitad. Me encanto como, sabiendo que en que iba a terminar el personaje de Kim era lo que la mayoría de los espectadores querían ver, jugaron con nuestra expectativa. Tomaron el hecho de que sabemos como “termina” y lo usaron contra nosotros. Brillante. Nunca antes me había puesto a pensar las ventajas y posibilidades que podría llegar a tener una precuela para contar una mejor historia, y aca dan cátedra de esto. Si hay alguien que sabe como escribir dentro de estas limitaciones son Vince Gilligan y Peter Gould.
Disfruté mucho viendo a Mike y a todo su equipo manejando lo de Howard tan profesionalmente. De alguna manera sentía como ellos al no dejar ningún cabo suelto era un reflejo de los escritores y su trato con toda la serie en si.
Después de la mitad de la temporada no sabía que iban a hacer, sentía que iba a haber muchos capítulos al pedo, pero hicieron un muy buen uso del tiempo en pantalla para contar lo que vendría a ser el prólogo.
Un indicio más de esto se ve en la presentación, con la cinta gastada ya en las últimas y directamente terminado en una pantalla azul en los últimos capítulos.
Después de tanta especulación respecto a cómo iba a terminar Kim me gusto la vuelta de tuerca que le hicieron. No fue el resultado obvio, diferente a lo que se hablaba en internet y cierra orgánicamente con su personaje.
La cinematografía fue hermosa toda la serie. No solo muy disfrutable visualmente, sino también con propósito. La forma en la que utilizaban cada composición para contar la historia (algo que la serie, y los creadores, no son ajenos) fue magistral, literalmente de lo mejor que vi en televisión. Mención especial para las escenas en blanco y negro, sobre todo las de Kim. Totalmente fantásticas.
Aun estoy pensando en el significado de los pocos objetos a color en las escenas en blanco y negro (los lentes de saul reflejando su viejo comercial como abogado cuando lo descubre la mina y la llama cuando enciende el cigarrillo con Kim). Lo pensé como si fueran destellos de su pasado, pero supongo que esa es una de las bellezas de la serie (y el medio en general), poder interpretar algo y que sea valioso, tenga mérito en sí.
Excelente atención al detalle, en el set, en las acciones y reacciones de los personajes, todo. Creo que es el tipo de serie que va a seguir siendo analizada en los años que sigan.
Al igual que con Breaking Bad, los escritores supieron no solo entender a los personajes y la historia que estaban escribiendo a medida que avanzaban las temporadas, sino las relaciones y, en este caso, el foco de la serie, Jimmy y Kim.
Tengo la impresión de que el personaje de Kim, al igual que el de Jesse en Breaking Bad, no fue escrito con la intención de durar tanto y tener tanta relevancia, pero la historia (y no en menor medida la actuación de Rhea Seehorn seguramente) fue evolucionando para que así fuera. Y mucho menos sabían en ese entonces cómo querían desarrollar su relación con Jimmy. Jugaron a la fuerza del personaje y dejaron que la historia se desarrolle orgánicamente alrededor de los temas que querían contar. Completamente hermoso.
Lo que más me gusta de Kim y su relación con Saul es como ésta hace al personaje de Saul más interesante y multifacético.
En Breaking Bad Saul sólo era un abogado chanta muy sagaz, pero al utilizar a Kim y su relación como un “foil” sobre el personaje, y contextualizar a Saul como un mecanismo de defensa ante su sentimientos y pasado fue estúpidamente bueno. No le tenía esperanzas para nada al personaje apenas arrancó la serie y supieron transformarlo profundizarlo de la manera justa.
Creo que eso es un concepto recurrente a lo largo de la serie, la capacidad de poder recontextualizar lo que sucede en Breaking Bad, y hasta agregarle subtexto para hacerlo más rico, no solo con el personaje de Saul sino en general.
También disfruté muchísimo de los paralelos entre Saul y Walter. Mientras BB cuenta la historia de como Walter se vuelve malo, BCS cuenta como, no importa cuánto tiempo haya pasado, nunca es tarde para volverse bueno. Y contar ambas historias dentro de un marco de tragedia que les gusta tanto a los escritores en donde el malo nunca se sale con la suya fue una excelente manera de cerrar la serie, y todo el “universo” de Breaking Bad si se quiere.
En conclusión, hermoso final que mantiene y supera el nivel que llevaba la serie. Excelentes actuaciones por todos lados, cinematografía y guión. No es joda que es literalmente de las mejores series de los últimos años, cerrando, recontextualizando y mejorando Breaking Bad. Total y completamente recomendable.